domingo, 14 de agosto de 2011

Día 18: Los sueños...

Nada nos prepara para lo que soñamos, por eso hoy intentare que entréis en el sueño que a puesto fin a mis   noches, desde hace una semana...


Es sin quererlo, llega la noche dejo de hacer lo que tengo en mano y me abandono en la cama a los sueños,
todo se oscurece y de las sombras se levantan arboles, pinos o eso creo, el olor los delata, trato de andar, pero el suelo aun no se ha formado... 
Todo se encuentra en silencio, comienzo a temblar y el viento acompaña mi miedo, algo me ciega y prolonga las sombras de los arboles, es la luna que alumbra en potencia, plata y negro son los colores que predominan caigo de bruces y saboreo la sangre de mis labios... 
Me pongo de pie y siento la tierra fría, algo se mueve en las sombras, son aleteos, tristes, lentos, ocultos...  los siento, esos ojos, nada humanos, oscuros como la noche brillando como la luna, a mi espalda...
 Me veo corriendo descalzo, bajo los pinos, bajo la atenta mirada del rayo lunar, la sombra me persigue, es veloz, pero yo lo seré más, me escondo tras el tronco de un gran árbol, pegado siento la madera raspar mi espalda, no escucho nada mis jadeos lo inundan todo, aguanto la respiración y nada oigo, el miedo me acecha, esa sombra feroz de ojos negros que porta con sigo a la muerte como compañera, siento la salvia del árbol correr por mi espalda, me equivoque, es mi sangre que brota manchando el tronco, el olor me delata y lo veo descender cubriendo la luz de luna, sus garras me presionan el cuerpo y la oscuridad lo enmudece todo...

Sin despedida, sin palabras, sin un punto que dicte el final de una historia, no se derramaron lagrimas, ni dio tiempo de cortar flores, nada me espera, solo flotando en la oscura tiniebla de mi alma, la esencia de todo es negra pobre cuento sin fin...

Siento el vuelo bajo mis alas.  I.F.C